Seba Penco Festeja el Gol de la Victoria junto a todo San Juan.La gente quiere más. Este San Martín invita a exigirle, a pedirle triunfos, goles y juego. Es que la sólida marcha del líder de la Primera B Nacional es una invitación a la ilusión. Porque juega haciendo lo que tiene que hacer y sigue rompiendo récords, sumando puntos y edificando el gran sueño del regreso a Primera División.
Tal vez, por todo eso, las dos caras que mostró ante la limitada CAI de Comodoro Rivadavia pasen a un segundo plano en la despedida triunfal de San Martín de Concepción en este 2009. Es que fue uno en el primer tiempo pero también fue otro equipo en el complemento. Claro, le alcanzó para ganar por 1-0 y terminar mandando sobrado en las posiciones. Eso, a esta altura tal vez sea lo que a su gente le importe.
Cuando andás derecho, te salen todas. Y así lo disfrutó San Martín que en un comienzo explosivo y sensacional de partido, al minuto ya ganaba. La armó Guille Pereyra con una visión tremenda para poner a Walter Cuevas cara a cara con Capogrosso. El "Chivato" fue un rayo y cuando parecía que lo tocaban, lejos de todo egoísmo, lo vio a Penco para que convirtiera. Mejor, imposible. Primera llegada, primer gol. Así, este San Martín que viene como un tren, empezaba a resolver un partido que contra la CAI siempre es difícil. Desde el gol y a lo largo de todo el primer tiempo, fue monólogo verdinegro. Sparapani, Penco, Stang -2 veces- y otra vez Penco tuvieron el segundo y la liquidación del partido pero no acertaron en la definición. Ahí, en esos tremendos 45 minutos iniciales, San Martín pudo haber hecho su diferencia. No lo hizo y en el complemento, sufrió un poco y sin necesidad.
Es que la CAI, obligado y limitado, salió a jugar en terreno contrario y con eso, le fue complicando el trámite a San Martín. Es que los volantes externos, Sparapani y Alonso, ya no pesaron ni desequilibraron como en el primer tiempo y Cuevas con Penco quedaron aislados y poco alimentados. Tuvieron que pasar 25 minutos para que el Verdinegro volviera a llegar con peligro. Fue con Cuevas, en un slalom del Chivato que de derecha a izquierda eliminó al arquero y cuando definió al gol, llegó el cierre providencial de Sartori. Todo dependía de San Martín. Incluso la angustia del tramo final con los pelotazos de la CAI. pero claro, el año ya empezaba a cerrarse en Concepción y su gente, más allá de méritos y lujos, gozaba con otra victoria de este San Martín que cada día anda mejor.
Fuente: Diario de Cuyo (San Juan) www.diariodecuyo.com.ar
