Es el partido que siempre se quiere ganar. San Juan y Mendoza siempre tienen duelos picantes y la noche del lunes no fue la excepción. San Martín e Independiente se jugaron todo por llevarse los tres puntos, pero solo uno pudo festejar, justo en el día de su cumpleaños. Sí, el Verdinegro celebró en el estadio de la Lepra sus 103 años con una linda fiesta de fútbol.
Fiesta que no tuvo al local como observador de lujo. Todo lo contrario. El once de Trotta no le dejó fácil la historia al Verdinegro. Y de entrada dieron una gran exhibición. Los dos arriesgaron y se jugaron por atacar, lo que derivó en un partido de ida y vuelta.
Pasaron más de veinte minutos para que además de acercarse al área rival, llegaran las situaciones de gol. La primera, clarísima, fue para Independiente. Mozo pegó un remate en el palo y en la jugada siguiente Fileppi estrelló su cabezazo en el otro caño.
No tardó en llegar la réplica de San Martín. Roberval mandó un centro al área perfecto para Penco y el nueve metió un tremendo cabezazo que Ayala le sacó del ángulo. Se fue la primera parte y, a pesar del partido interesante que se veía en Mendoza, el resultado seguía siendo 0 a 0.
El arranque del complemento mostró a un equipo todavía más ordenado, con Scatolaro algo más enchufado que en la primera parte. Hasta que llegó la apertura del marcador. Justamente el chileno, que ya había avisado minutos antes con otro cabezazo, se acomodó bien en el área, ganó la posición y metió un frentazo eficaz que se metió en el ángulo derecho de Ayala.
El Verdinegro no se volvió loco con el resultado y no perdió el orden. Sosa y Grabinski -ambos de partido impecable- sacaron todo lo que rara vez dejaban pasar Alderete, Videla y Scatolaro. La presión que imponía el equipo de Franco fue mermando por el cansancio y porque con el correr de los minutos, Independiente utilizaba los centros como su principal arma buscando el empate, algo de lo que estuvo cerca Fileppi en un remate que bien atajó Pocrnjic. Pudo liquidarlo el equipo de Franco, pero no estuvo fino a la hora de definir la diferencia.
San Martín mostró una gran imagen en Mendoza. Demostró que no es casualidad la posición en la tabla y se olvidó de la derrota injusta ante Chacarita. El trabajo meticuloso del entrenador sigue dando resultado y así el Verdinegro se afianza en la punta del torneo. Así, como para no festejar. Un cumpleaños muy feliz.
Fiesta que no tuvo al local como observador de lujo. Todo lo contrario. El once de Trotta no le dejó fácil la historia al Verdinegro. Y de entrada dieron una gran exhibición. Los dos arriesgaron y se jugaron por atacar, lo que derivó en un partido de ida y vuelta.
Pasaron más de veinte minutos para que además de acercarse al área rival, llegaran las situaciones de gol. La primera, clarísima, fue para Independiente. Mozo pegó un remate en el palo y en la jugada siguiente Fileppi estrelló su cabezazo en el otro caño.
No tardó en llegar la réplica de San Martín. Roberval mandó un centro al área perfecto para Penco y el nueve metió un tremendo cabezazo que Ayala le sacó del ángulo. Se fue la primera parte y, a pesar del partido interesante que se veía en Mendoza, el resultado seguía siendo 0 a 0.
El arranque del complemento mostró a un equipo todavía más ordenado, con Scatolaro algo más enchufado que en la primera parte. Hasta que llegó la apertura del marcador. Justamente el chileno, que ya había avisado minutos antes con otro cabezazo, se acomodó bien en el área, ganó la posición y metió un frentazo eficaz que se metió en el ángulo derecho de Ayala.
El Verdinegro no se volvió loco con el resultado y no perdió el orden. Sosa y Grabinski -ambos de partido impecable- sacaron todo lo que rara vez dejaban pasar Alderete, Videla y Scatolaro. La presión que imponía el equipo de Franco fue mermando por el cansancio y porque con el correr de los minutos, Independiente utilizaba los centros como su principal arma buscando el empate, algo de lo que estuvo cerca Fileppi en un remate que bien atajó Pocrnjic. Pudo liquidarlo el equipo de Franco, pero no estuvo fino a la hora de definir la diferencia.
San Martín mostró una gran imagen en Mendoza. Demostró que no es casualidad la posición en la tabla y se olvidó de la derrota injusta ante Chacarita. El trabajo meticuloso del entrenador sigue dando resultado y así el Verdinegro se afianza en la punta del torneo. Así, como para no festejar. Un cumpleaños muy feliz.
