Pausado al hablar, siempre se toma su tiempo para responder correctamente a cada pregunta y así es en el fútbol. Se trata de Julián Guillermo Rojas, el décimo refuerzo del Medellín, quien a punta de buenas condiciones le ha retribuido la confianza al técnico Hernán Darío Gómez en las prácticas.
Este futbolista bogotano es uno de esos volantes de recuperación escasos en el fútbol: aguerrido, con buen panorama, remate potente y, casi siempre, le da buen destino al balón con sus cambios de frente. Razón por la cual, algunos lo comparan con John Javier Choronta Restrepo.
Él, aunque no busca reemplazarlo, es consciente de que sus condiciones hacen que las comparaciones sean inevitables. “Que digan que uno tiene cosas de Choronta es un honor, todos saben lo que significó él para esta institución y siempre le he seguido la huella como jugador”, dice.
A sus 22 años, su experiencia en el Bandfiel argentino lo ha pulido. El equipo gaucho aún quería contar con sus servicios, pero Julián se enamoró del Medellín y del proyecto del Bolillo para este semestre.
Desde un principio el anhelo del jugador era quedarse y en los últimos días se alcanzó un acuerdo con el club argentino, al que llegó por recomendación de James Rodríguez. Allí tuvo pocas, pero destacadas actuaciones.
“Me trataron muy bien, aprendí mucho, pero acá tengo cerca a mi familia y con una persona como el profe Hernán se puede crecer mucho como jugador”
El técnico Hernán Darío Gómez ya lo tenía referenciado. “Lo conozco desde la selección Colombia sub17, es un muchacho que sabe jugar muy bien al fútbol y durante sus vacaciones con Banfield entrenó con nosotros”.
Esos entrenamientos fueron suficientes para cumplir su anhelo y jugar el torneo del segundo semestre con el Poderoso.
Fuente: Diario El Colombiano